miércoles, 4 de febrero de 2009

IDEAS

En fin, hace ya tiempo que no me sentía lo suficientemente inspirada como para volver a escribir en el blog. La última entrada ya me pareció un poco forzada y no quería que este blog se transformara en un baúl de textos con una esencia algo confusa. Por eso, hoy escribo de nuevo no para contar ninguna historia sino para sincerarme ante las personas que, por algún tipo de curiosidad, lean esta nueva entrada.

Como bien he podido comprobar, la inspiración no es algo que se pueda utilizar en el momento que se quiere y de la forma que se quiere. Sino fijaos alguna vez, cuanto más quieres encontrarla es cuando más se esconde en sitios insospechados, lugares en los que ninguno de nosotros buscaríamos y que, con el tiempo, un día que vaguemos aburridos y sin rumbo, es posible que encontremos, descubriendo así una forma de llenar nuestra mente de nuevas ideas, fuertes, bellas... Entonces ¡Vaya! Surge esa idea más o menos definida que nos ronda la cabeza día tras día. Esa pequeña idea que nos repite una y otra vez sin ningún tipo de palabra "utilízame, matízame, estoy aquí, atiéndeme...". Resulta gracioso imaginar una idea susurrándonos, lo entiendo, más que gracioso resulta bastante surrealista. Pero en esencia es así. Y cuando ya estás completamente harto de que la idea de vueltas en tu cabeza decides prestarle atención. "Vale" - le contestas- "ya está bien".

Así pues la trabajas, le sacas todo el jugo posible, la "mimas". Y esa idea que, a causa de la inspiración encontrada de forma repentina, no hacía más que distraerte de tu trabajo se convierte en tu verdadero trabajo durante un período de tiempo. Te obsesionas con ella hasta que la tienes completamente lista y entonces, cuando de verdad la terminas, cuando ves el fruto de la inspiración junto con tu trabajo, te sientes bien. Sí, bien. No encontraría un adjetivo mejor para describir este estado, te sientes simplemente bien. La idea al fin te ha abandonado, no ronda tu cabeza, no te distrae más, te ha dejado al fin. Se ha quedado plasmada en tu trabajo. Y digo trabajo porque esto ocurre tanto en pinturas como en obras literarias, tanto en tratados de medicina como en teorías físicas.

Cada día alguien encuentra por casualidad esa traviesa "inspiración" escondida y con ella una idea. Una idea que puede cambiar en un instante la visión que hasta ahora se conoce del mundo. Y todo ello por una idea...

Y ahora preguntaréis: "¿Y todo esto que nos cuenta para qué?". Simplemente quiero deciros que no ahoguéis vuestras ideas ya que con una sola idea podemos cambiar perspectivas, otras ideas, injusticias, e incluso el mundo.

3 comentarios:

Virgilian dijo...

Holaa, como andas ?
Hace algun tiempo una amiga me recomendo tu blog y me encanto, escribes y expresas muy bien, mis felicitaciones para ti. Espero volver a leerte pronto, saludos, Barbara =)

Anónimo dijo...

Me encanto tu blog! :)

Testut dijo...

increible