domingo, 5 de abril de 2009

Cambio

Todo parecía diferente. Nada era igual que antes, y ella se alegraba. Todo aquello se había acabado y ahora estaba sentada en el sofá mirando un antiguo álbum de fotos.

Recuerdos...

Bajo esa apariencia de tranquilidad, bajo esa apariencia de cambio, algo la inquietaba.

Otra página...

Más recuerdos...

¿Qué era aquello que la inquietaba?

Una foto.

Sus ojos se posan en una foto, una simple foto que llama su atención.

El mar está en calma. Ella lo observa inmóvil. En la estática imágen nada cambia, todo permanece eternamente del mismo modo mientras los días pasan y pasan, uno tras otro, recuerdo tras recuerdo. Las olas permanecen también inmóviles, el agua salada no agita su color ondeante, la luz ilumina siempre la misma escena maldita...

Una lágrima...

Ella busca cambio. Pero no lo encuentra. Cada noche baja las escaleras de su casa, pequeño y modesto piso; recorre como en una especie de trance los oscuros callejones siguiendo su llamada.

Y ella cede...


Cede ante la llamada y llega al mar. Inmóvil... tranquilo...

"¿Por qué...?"

Lo observa. Como cada noche observa su inmensidad, su eternidad... sigue el canto de las sirenas hasta aquel curioso lugar y una vez allí permanece en silencio, observando...

La luna se refleja hoy con su mayor esplendor. Brillante, realza la palidez del rostro de la jóven.

Ella buscaba cambio. Pero no lo encontró.

Ahora esta sumida en un inmenso sueño, un sueño que poco a poco se ha convertido en su realidad. Nada es real, pero todo lo es. Ella no entiende nada. Ahora solo sigue el canto de las sirenas que cada vez la acercan más y más a las tranquilas pero letales aguas...

Al fin... tranquilidad...